miércoles, 9 de junio de 2010

La notaria del Himalaya Elizabeth Hawley, que jamás ha hecho alpinismo, es la 'cazadora de tramposos' más conocida en la cima del mundo


23.04.10 - 01:52 -
FERNANDO J. PÉREZ |


La particular idiosincrasia del alpinismo -y de sus practicantes- se mide en muchos parámetros, pero quizá el más singular es la ausencia de árbitros o jueces oficiales que certifiquen los logros y metas conseguidos. La explicación es bien sencilla: ¿quién es el valiente que, por ejemplo, en primavera se sube a la cumbre del Everest y permanece allí durante tres o cuatro semanas para comprobar 'in situ' las personas que alcanzan el punto más alto del planeta?
Esta carencia ha sido suplida por personas que, sin tener un carácter de juez oficial, han sido aceptadas por el mundo del alpinismo como las encargadas de autentificar las ascensiones. Son los llamados 'notarios del Himalaya'. La más conocida es Elizabeth Hawley, hoy en día una venerable anciana que desde hace más de cuarenta años es la implacable vigilante de la verdad en las cumbres más altas del mundo. La paradoja de Miss Hawley es que se trata, probablemente, de la persona que mejor conoce las vías de ascensión a cada uno de los 'ochomiles', cada roca, cada serac, cada cadáver en la ruta, pese a que en su vida se ha acercado ni tan siquiera a sus campos base.
En los años sesenta llegó a Katmandú para hacer un reportaje para la agencia Reuters y ya no salió de allí. Su sistema de trabajo es tan curioso como riguroso. Ella entrevista a todos los alpinistas y en la encuesta introduce ocasionalmente preguntas trampa para saber si le dicen la verdad. Luego contrasta las respuestas de cada montañero que ha realizado la misma ascensión y sabe quién le ha dicho la verdad y quién no. Así ha descubierto las trampas de numerosos alpinistas, algunos de ellos renombrados, que se vieron cegados por la fiebre de la cumbre. Su imagen de encantadora abuelita contrasta con los incisivos interrogatorios que hace a los alpinistas. Y quizá ése sea su secreto. En todo caso, es toda una institución en el mundo del himalayismo.
Unos años después le siguió los pasos Kartajanari, que comenzó a realizar desde Londres el mismo papel que Miss Hawley pero centrado en los cinco 'ochomiles' de Pakistán. Lo que pocos saben es que tras ese enigmático nombre oriental se encuentra el bilbaíno Xabier Eguzkitza, retirado ya en su 'botxo' natal del papel de notario del Karakorum.
Sus sucesores son el alemán Eberhard Jurgalski y el brasileño Rodrigo Granzotto, pero sus decisiones no son inapelables. Por muy rigurosos que sean en su labor de investigación y aunque hayan descubierto a muchos tramposos, al final dependen de terceras personas, de los ojos de otros. Y siempre ha habido y habrá alpinistas dispuestos a crear su propia verdad en busca de la gloria.

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