domingo, 18 de noviembre de 2012

http://cultura.elpais.com/cultura/2012/08/11/actualidad/1344712531_692414.htmlhttp://cultura.elpais.com/cultura/2012/08/11/actualidad/1344712531_692414.html


José Manuel Blecua

El director de la Real Academia Española, José Manuel Blecua, de 73 años, tenía que cruzar la ciudad de Zaragoza de lado a lado para ir a la escuela cuando los cortes de luz impedían el uso del tranvía. “El instituto era la vida o al menos la realidad. Era una mezcla muy poderosa de clases”. Estudió Filología Hispánica y durante la carrera jamás dejó de ser un niño.“Las oposiciones ya me obligaron a ser adulto”

José Manuel Blecua, director de la Real Academia de la Lengua, en una imagen de su infancia.
Conoció a la vez “la dureza de la vida” y “el encanto de vivir en libertad”, y eso supone para José Manuel Blecua, filólogo, catedrático, director de la Academia Española, la esencia de su infancia difícil, feliz e inolvidable.
Para ir al instituto, este zaragozano de 1939 tenía que cruzar la ciudad, caminando, de lado a lado; dos horas para ir, dos horas para volver, y así por la mañana, al mediodía, por la tarde, al atardecer. Su padre, José Manuel también, profesor, su maestro, los llevaba de la mano, paso a paso, cuando los cortes de luz impedían el uso del tranvía. “El tranvía era el mundo”.
En ese espacio que él asocia con la libertad de los veranos y con la dureza de los inviernos conoció también el racionamiento. “Teníamos un tío escolapio que no fumaba y todos los hombres de la familia se repartían el tabaco que él acopiaba”.
Esa inclemencia que convirtió el periodo en una especie de noche del siglo tenía muy preocupados a los adultos, “así que nosotros hacíamos lo que nos daba la gana... La anatomía de ese instante por una parte es la dureza de la vida, y por otra, la del encanto de vivir en libertad... Se podía jugar al fútbol en la calle e ir en bicicleta”. Y ese era el paraíso, “al que uno podía llegar antes que ahora”.
Zaragoza era el curso; como entonces el padre y los chicos tenían las mismas vacaciones, los Blecua se iban a Ágreda, en Soria, y ahí, en cierto modo, se hizo el filólogo. “Trillábamos, qué niño trillaría ahora, y eso me sirvió luego para mis estudios de dialectología. Lo que oía decir”. Blecua aprendió en Ágreda a nombrar las cosas del campo. “Nosotros éramos niños que sabíamos trillar, pescar cangrejos, cocinar algunas cosas o poner la rueda de un tractor. Y los niños de ciudad no sabían eso”.
Nombrar y vivir. “Vivir al aire libre era algo maravilloso, o llevar las vacas al abrevadero... Esa doble vida, la de pescar, cazar, trabajar y disfrutar del campo por el día, y la libertad de caminar por las noches bajo el cielo del verano es lo que recuerdo de ese instante”. Y ese instante se parece, del todo, al recuerdo de la infancia. José Saramago decía que uno va con el niño que fue. En la mirada de este señor que ahora viste traje oscuro, lleva camisa blanca y utiliza corbata negra también, hay algo de aquel muchacho que él trae consigo, en la foto que aporta a este relato de su propia niñez. Ese niño recuerda a su padre, para hablar de sí mismo.
“Recuerdo mucho las actitudes de mi padre con nosotros, que además éramos sus alumnos en el instituto. Nos intentaba enseñar a todos que nos teníamos que limpiar los dientes, era imprescindible que lleváramos las manos limpias, las uñas recortadas, que estuviéramos bien peinados... Cuando nos dormíamos en clase, nos castigaba a lavarnos la cara en la fuente y nos pasaba revista a las manos”.
Ahora se lava, se mira las uñas, se las recorta, se peina: delante del espejo, cada día, Blecua es el niño que su padre ayudó a hacer. “Aquel era un tiempo como el que describe Rafael Azcona en sus guiones. Pobreza, no había nada, tristeza en la calle, melancolía en las casas. Comíamos boniatos, siempre comíamos boniatos. Cuando pudo, mi padre ya no volvió a comer boniato nunca más, pero a mí me parecía una cena estupenda. Él los odió para siempre”.
Sobre las cenas y los días sobrevolaba el miedo. El miedo que implantó la dictadura, la incertidumbre atroz de una posguerra en la que se bisbiseaba la política. “El miedo era muy triste... Pero había otras cosas que nos daban una extraordinaria felicidad. El fútbol, por ejemplo. Las retransmisiones de Matías Prats. La radio fue magnífica para nosotros”.
El instituto era la vida, o al menos la realidad. “Una mezcla muy poderosa de clases; había chicos que no tenían zapatos, aunque en algunos casos sus padres tuvieran dinero en sus casas, pero iban a la escuela así. Era un pequeño cosmos que permitía elevar la anécdota a categoría y aprender a vivir sobre la marcha. Por ejemplo, era frecuente que no tuviéramos pelota para jugar al fútbol y hacíamos una de trapo, así jugábamos, aprendiendo a hacer utilidades de las carencias”.
Aprendió el mundo, que diría Juan José Millás. Pero eso no era suficiente. La imaginación fue enseguida el sustento del niño Blecua. “Éramos lectores desde muy chicos. Mi abuelo Antonio nos compraba El Coyote todas las semanas, y en los veranos descubrí las bibliotecas. Había una municipal, que llevaba don Arsenio, el maestro”. Ahí descubrió Kim de la India, de Kipling... “En casa teníamos la colección Araluce... Mary Luz Morales adaptó clásicos como Los argonautas o La Ilíada y La Odisea, ese fue el camino del conocimiento literario”.
La casa era un trasiego de maestros, entre los que destacaban Ricardo Guyón y Francisco Ynduráin
Los niños van viendo a los padres desde abajo, hasta que ya los miran a los ojos. “Cuando eran novios, mi padre era catedrático de un instituto de la República, en la comarca de Cuevas del Almanzora. El 18 de julio fue a ver a su novia a Zaragoza, ahí le sorprendió la guerra y no pudo volver a Cuevas del Almanzora. Se casaron en plena guerra, cuando mi madre tenía 21 años”. El padre era un modesto profesor de instituto, pero por su casa pasaba el mundo. Ramón J. Sender, paisano exiliado, les mandó a los chicos Blecua unos pantalones vaqueros “de los que estábamos orgullosísimos”, y la casa era un trasiego de maestros, entre los cuales fueron muy destacadas las amistades del profesor Ricardo Gullón y Francisco Ynduráin. “Teníamos un padre que viajaba mucho por el mundo, pero era un padre normal que nos llevaba al fútbol los domingos”. La madre, Irene, “era muy dulce, generosa; murió muy pronto, cuando tenía poco más de cincuenta años”.
El padre era, como el Blecua que ahora se mira en el espejo por si aquel lo fuera a revisar, un hombre trabajador y ordenado, “que iba todos los días del año a tomarse el café con los amigos del casino...”. Había boniatos, y a veces había morcillas que el padre e Ynduráin encontraban. En una de esas tiendas, el padre compró “una gabardina inmensa con la que iba a comprar el pan negro del estraperlo...”.
Hay un momento en la que ya el niño deja de serlo. Blecua tuvo ese momento. “Fue una semana en la que preparaba la reválida. Había unos temas que tenía que estudiar, entre los que se incluían algunas biografías. Ahí leí el primer artículo que recuerdo de Ildefonso Manuel Gil que no olvidaré nunca; era sobre Bécquer. Ahí me di cuenta de que el mundo del conocimiento era muy complejo, y obligaba a esforzarse mucho para tratar de dominarlo. En ese momento se terminó mi infancia. Tenía 17 años”.
Pero realmente aquel joven Blecua jamás dejó de ser un niño. Por lo menos durante la carrera. “Las oposiciones ya te obligan a ser adulto... Pero sí, es cierto, mi infancia duró mucho, porque uno en el fondo siempre es un niño, lo sabemos todos”. Trajo consigo su fotografía de niño Blecua, y ahí, si miras bien a los ojos, risueños y curiosos, rodeados de los rizos infantiles, hallas al Blecua de hoy, que acude muy pulcro y muy solemne a actividades a las que seguramente asiste con el niño que fue. Aquel niño, por cierto, comparte con él, aún, el disgusto por los horarios. Por eso es tan puntual.
En esa mirada hay una picardía que viene del abuelo paterno, Manolo, o Manolito, “era el perejil de todas las salsas, un nadador estupendo, nos enseñaba a preparar caracoles, que recogía en el cementerio de Alcolea, decía que esos eran los mejores; contaba chistes verdes divertidísimos y le gustaba ir a los cafés-cantante. Y a los treinta años decidió que ya no trabajaría nunca más”. El abuelo regentaba una pensión, y unos gritos le bastaban para ponerla en marcha. “Con el abuelo materno, Antonino, los chicos tomábamos el vermut, era el que nos compraba los tebeos”. Las abuelas vestían de negro. El otro color que también vistió aquella infancia.

martes, 11 de septiembre de 2012

La bicicleta de cartón, el último grito en transporte ecológico

http://www.ideal.es/agencias/20120815/mas-actualidad/sociedad/bicicleta-carton-ultimo-grito-transporte_201208150843.html















Daniela Brik


Jerusalén, 15 ago (EFE).- Izhar Gafni, un emprendedor israelí, ha logrado construir una resistente bicicleta de cartón con la que espera revolucionar el sector del medio de transporte ecológico por antonomasia, con un coste de producción en torno a unos 8 euros.


Además de barata, la bicicleta es ligera, fuerte, resistente al agua y la humedad, impermeable al óxido y puede soportar hasta 140 kilos de peso.


Su chasis está elaborado completamente de cartón recubierto de un material impermeable de color marrón y blanco, con lo que el acabado consigue que parezca un vehículo de plástico.


"Se trata de una bicicleta urbana, la más sencilla que puedas imaginar, pero suficientemente resistente como para convertirse en un buen medio de transporte", explicó a Efe Gafni.


Residente en el moshav (cooperativa rural israelí) de Emek Jefer, en el norte de Israel, este mecánico autodidacta tuvo como inspiración otro invento: Una canoa hecha de cartón con materiales altamente resistentes al agua.


"Cuando trabajaba en California tuve conocimiento de la canoa. Estuve varios meses dándole vueltas al tema hasta que regresé a Israel y me dije, ¿por qué no hacerlo?, no existen bicicletas de cartón", refiere.


Quizá el hecho de que haya decidido ir a por la bici no es casual, y es que Gafni nació y se crió en el kibutz Bror Jail (sur del país), en el seno de una familia brasileña emigrada a Israel.


La bicicleta es el medio de transporte más habitual entre los miembros de estas comunas rurales israelíes ya centenarias, aunque él simplemente se define como aficionado a la bici.


Bautizado como BV6, el invento le ha llevado cuatro años de construcción y seis prototipos, pues dedicó los primeros años a experimentar los límites y posibilidades del cartón, un material de cuyo maleado apenas existían conocimientos previos.


"Consulté con varios ingenieros y al principio construí una bici pequeña que parecía una caja con ruedas", relata antes de reconocer que "lo más duro fue desarrollar la tecnología para lograr algo que se pareciera a una bicicleta".


En sus investigaciones aplicó los principios de la papiroflexia japonesa y logró incrementar hasta en tres veces la capacidad de resistencia del material simplemente doblándolo y superponiéndolo en varias ocasiones.


El artilugio puede ser doblemente ecológico ya que puede elaborarse igualmente con cartón de reciclaje.


Otra de las ventajas es que no precisa ensamblaje previo, sino que es de una sola pieza, incluidas las ruedas, por lo que no experimentará los temidos pinchazos, convirtiéndose así en un medio que apenas requiere mantenimiento.


Gafni confía que en el plazo de año y medio llegue a los mercados, principalmente de Israel, Europa y Estados Unidos, a un precio entre 50 y 70 euros, aunque su fabricación rondará los 8.


Aspira a que en la línea de producción intervengan personas discapacitadas, pues su fabricación no requiere de un conocimiento muy especializado.


Y afirma que ya se han interesado por el producto en varios países europeos y entre los posibles clientes figuran Ayuntamientos que podrían adquirir la bici como medio de transporte para alquilar.


El inventor trabaja en la actualidad en un nuevo modelo que cuenta con un motor eléctrico extraíble, destinado para grandes compañías como vehículo para empleados que resulte barato y ligero.


Los fabricantes estudian poder elaborar en el futuro sillas de ruedas y cochecitos de bebé de cartón.


"Me gustan los medios de transporte, construí una moto de todo tipo de materiales", aseveró el emprendedor, que está acompañado en todo el proceso de desarrollo y financiación por una compañía de soluciones tecnológicas. EFE

lunes, 20 de agosto de 2012

Encontrarse, perderse

No sé qué me gusta más de ir por las ciudades, si encontrar sin dificultad el sitio que voy buscando o perderme en la búsqueda y encontrar entonces algo que no había previsto, pero que puede gustarme más aún. Ya sé que con Google Maps y con el iPhone perderse se ha vuelto un anacronismo. Pero hay anacronismos que tienen no sólo su encanto, sino también su utilidad. Hasta hace muy poco parecía que caminar por las ciudades era un anacronismo, comparado con la modernidad de ir en coche por ellas. Los urbanistas se pusieron en contra de que en las ciudades hubiera distancia abarcables a pie. Eso me recuerda al arquitecto Saenz de Oiza, al que le escuché una vez decir en una conferencia que ya estaba bien de sentimentalismos, que el porvenir de las ciudades era Los Angeles, porque había habido un tiempo en el que las ciudades tenían el tamaño de ir a pie, y luego el de ir a caballo, y que ahora tenían que adaptarse a la velocidad del coche, y santas pascuas. Y como decía Gila, el que no aguante una broma que se vaya del pueblo. También dijo una cosa estupenda: dijo que ahora-entonces- la gente se entera de la realidad viendo la televisión, no mirando por la ventana, como en el pasado lamentable, así que en la arquitectura contemporánea las ventanas carecían de toda importancia.
Pero me he perdido. Me ha pasado como con las calles de Amsterdam. Que unas veces me parece que ya he estado en un sitio -un canal, un puente, una torre puntiaguda de iglesia al fondo- y resulta que no he estado, y otras veces pienso que no sé dónde estoy y un pequeño detalle -una escultura, el letrero de una tienda- me advierten que sí sé donde estoy, pero que he cambiado de esquina, así que lo familiar me ha parecido distinto.
El resultado es un disfrute permanente. Disfruto de llegar a donde iba, con mi mapa y sin iPhone, y disfruto también de perderme. Hoy, por ejemplo, gracias a que me había perdido, he encontrado por fin algo que echaba de menos en la ciudad, y que me parecía un defecto grave: una buena heladería. Y como era tan buena y llevaba tanto tiempo sin tomar helados y me he comprado uno de cucurucho con dos bolas y hacía tanto calor he tenido que tomármelo a toda velocidad para que no se derritiera. Y gracias también a ese extravío he descubierto el extraordinario Westerpark, y cerca de él una barriada de viviendas sociales con una arquitectura contemporánea de mucha calidad, con imaginación y solidez, afortunadamente anacrónicas: tienen ventanas estupendas, están conectadas con el corazón de la ciudad por calles transitables a pie y carriles de bicicleta.
Y cuando ya estaba resignado a haberme perdido, he doblado una esquina y he encontrado lo que buscaba: una plazoleta que se llama Watertorenplein. Cerca de ella pasa un canal inundado de bambúes. Hay un depósito futurista de agua -por la indicación de un vecino deduzco que es la Watertoren del nombre-, unos bloques de viviendas con muchos jardines, unos edificios de ladrillo industrial como de principios del siglo pasado. Por el barrio se ven emigrantes musulmanes, probablemente marroquíes. Y me siento en un banco a descansar de la caminata y a ver pasar ciclistas y tranvías.

91 Comm

La somalí Samia Yusuf Omar, de Pekín 2008 a morir en una patera

La somalí Samia Yusuf Omar, de Pekín 2008 a morir en una patera

La deportista africana intentaba llegar a Italia para entrenar y poder participar en Londres 2012

EFE Madrid 20/08/2012 12:55 Actualizado: 20/08/2012 13:09


La somalí Samia Yusuf Omar había conmovido al mundo con su carrera en los 200 metros en los Juegos Olímpicos de Pekín, donde llegó última, pero demostró el verdadero espíritu olímpico, pero no pudo repetir su participación en Londres pues murió en el intento de llegar en una patera a las costas italianas.
La triste historia de Samia ocupa hoy las primeras páginas de los medios de comunicación italianos que citan las declaraciones de algunos de sus compatriotas somalíes, que aseguran que la atleta se embarcó en Libia con dirección a Italia buscando una nueva vida, pero murió en la travesía.
El mediofondista somalí Abdi Bile, medalla de oro en los 1.500 metros en el Mundial de atletismo de Roma, en 1987, fue el encargado de contar a la prensa durante una reunión del Comité Olímpico Nacional de Somalia qué había sido de aquella chica de 17 años que conmovió al público del estadio Olímpico de Pekín, que aplaudió su llegada en solitario a la meta con 10 segundos de retraso respecto al resto de las atletas.
"Ha sido una experiencia bellísima, he portado la bandera de mi país, he desfilado con miles de atletas del mundo", expresó Samia tras su experiencia olímpica al volver a Mogadiscio.
Samia Yusuf había seguido entrenando pese a todas sus dificultades
Por ello había continuado pese a todas las dificultades a entrenarse duramente en el destartalado estadio olímpico de la capital somalí para poder volver a participar en unos Juegos Olímpicos.
El entrenador de Sami, Mustafa Abdelaziz, confirmó al Corriere della Sera que la atleta se embarcó este verano en una patera para intentar llegar a Italia y seguir su carrera deportiva ante la falta de fondos de su país. Su madre, explicó Abdelaziz, vendió incluso un pequeño terreno para financiar su viaje y que pudiera así cumplir su sueño y tener una vida alejada de las guerras y la precariedad.
"Los supervivientes de ese viaje comunicaron la lista de las personas que habían fallecido durante la travesía y allí estaba su nombre (...). Nos quedamos helados. Sabíamos que el viaje hacia Occidente es peligroso, pero no nos podíamos imaginar que ella sería una de sus víctimas", agregó Abdelaziz.

Con sólo 17 años participó en los Juegos Olímpicos de Pekín

Samia nació en 1991. Era la mayor de seis hermanos, hija de una vendedora de frutas y su padre murió en uno de las múltiples conflictos que se viven en el país. Su amor por el deporte la llevó a practicar atletismo, pero también natación y baloncesto.
En mayo de 2008, Samia se coronó campeona africana de los 100 metros y con solo 17 años desembarcaba en Pekín para hacerse abanderada del lema del barón Pierre de Coubertin, lo importante no es ganar sino participar. El mar Mediterráneo acabó con todos sus sueños.

 http://www.publico.es/deportes/441184/la-somali-samia-yusuf-omar-de-pekin-2008-a-morir-en-una-patera

miércoles, 27 de junio de 2012

El doctor 'milagro' reimplanta los dos pies a un niño granadino

  • El doctor 'milagro' reimplanta los dos pies a un niño granadino

El doctor 'milagro' reimplanta los dos pies a un niño granadino

El menor sufrió un accidente de tráfico el 15 de junio en la AP-7 que le produjo lesiones "catastróficas" en las piernas · Con la operación podrá volver a caminar en 6 meses.
Efe / Valencia | Actualizado 27.06.2012 - 10:41
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David, de 10 años, junto a su madre Maritrini ayer en la habitación del Hospital de Manises (Valencia).

El equipo del cirujano Pedro Cavadas, conocido como el doctor 'milagro' por sus logros únicos en cirugía, ha logrado reimplantar los dos pies a un niño de 10 años de Granada que sufrió un accidente de tráfico que le produjo "lesiones catastróficas" en los miembros inferiores y que podrá volver a caminar sin ayuda en seis meses.

El menor, David, sufrió el pasado 15 de junio un accidente de tráfico en la autopista AP-7, a la altura del municipio castellonense de Benicarló, al salirse de la carretera la furgoneta en la que viajaba, y en un primer momento fue llevado en helicóptero hasta el Hospital La Fe de Valencia.

Posteriormente, al haber sufrido "heridas catastróficas" en ambas piernas, se decidió su traslado al Hospital de Manises, que cuenta con un Centro de Traumatismos de Alta Energía y donde, tras una intervención que duró seis horas y media, se practicó un reimplante secuencial de ambos miembros.

La madre del menor, Maritrini Jiménez, agradeció ayer la intervención practicada por el cirujano valenciano, de quien ha dicho que tiene unas "manos divinas". Además, explicó que David le ha dicho que cuando sea mayor "quiere ser como Cavadas".

La familia de David reside en la provincia de Granada aunque la madre ha alquilado un piso en Valencia, donde estará mientras el niño hace la rehabilitación y hasta que reciba el alta y "salga andando por su propio pie". "Si es necesario quedarme uno, dos o tres años, por mi hijo hago lo que haga falta", dijo la madre.

"Ha sido un golpe muy fuerte para un niño de 10 años. El doctor Cavadas me ha dado confianza y me ha dicho que va a poder andar. Eso es un alivio para una madre", aseguró Maritrini Jiménez, quien muy emocionada dijo que toda su familia "estará eternamente agradecida" al cirujano que ha operado a su hijo.

David, según su madre, "era hiperactivo y verlo en la cama cada día me derrumba más, pero tengo que sacar fuerza de donde no las tengo. Es un niño muy enmadrado y aunque tenga un gran cuerpo tiene mentalidad de niño".

El cirujano explicó que el niño evoluciona bien aunque habrá que hacerle nuevas cirugías, alargando la tibia de una de las piernas, y esperar a que el esqueleto se consolide para que pueda cargar peso. En unos seis meses calculan que podría estar caminando sin ayuda.

"El paciente perderá movimiento en el tobillo porque ha perdido una de las articulaciones, pero le quedan las suficientes", señaló Pedro Cavadas, quien agregó que el resultado "no se tiene que comparar con una pierna normal, sino con la alternativa, que es llevar una prótesis toda la vida".

Según Cavadas, la colocación de prótesis "es mucho más cara para la sociedad y la calidad de vida del paciente es mucho peor porque también es peor el resultado", aunque para poder practicar un reimplante, cuyo resultado es "muy superior", hace falta "un equipo con miles de horas de vuelo".

También destacó que los niños suelen evolucionar mucho mejor que los adultos de cualquier herida o traumatismo: "Cuanto más pequeño, mejor cura aunque también es más complicado el manejo desde el punto de vista anestésico".

El Hospital de Manises de Valencia cuenta desde hace un año con el Centro de Traumatismos de Alta Energía, dirigido por Cavadas, donde se atiende a pacientes politraumatizados con lesiones complejas severas en extremidades. Este centro está basado en el concepto de los grandes "Trauma Center" norteamericanos, con una disponibilidad inmediata de personal especializado, equipos y servicios para el tratamiento de las lesiones más graves y de críticos.



http://www.granadahoy.com/article/granada/1293403/doctor/milagro/reimplanta/los/dos/pies/nino/granadino.html

sábado, 26 de mayo de 2012

Clases de caza en colegios públicos para niñas y niños

Clases de caza en colegios públicos para niñas y niños

Artículos - Mundo Natural
La Junta de Castilla y León subvenciona un programa para enseñar a cazar dirigido a menores de entre 7 y 12 años. El proyecto está impulsado por la federación de cazadores de la región y se impartirá en colegios públicos.
Cacería
Cacería
La Junta de Castilla y León subvenciona clases de caza en colegios públicos para niños y niñas. El acuerdo fue firmado a petición de la Federación de Caza de esta comunidad y para el mismo ya se están destinando 303.000 euros. El convenio, que contempla distintas actuaciones, fue firmado por la exconsejera de Medio Ambiente, María Jesús Ruiz, del PP, partido que gobierna desde hace más de 30 años en Castilla y León, y por el portavoz de los cazadores de la región, Santiago Itumendi Mauregui, exmilitar que preside la federación de caza. Dicho acuerdo, que se remonta al 29 de noviembre de 2010, establece la puesta en marcha de un programa denominado: “Cazador por un día”, dirigido a niños y niñas de entre 7 y 12 años de edad, “en el que al margen de explicarles el porqué la caza es necesaria, se les muestre a través de jornadas prácticas cómo se caza”.
Por su parte, Santiago Inturmendi, para justificar la puesta en marcha de estas clases de caza, llegó a asegurar que el sistema educativo enseña “la cultura del Bambi” –dice el presidente de los cazadores castellanoleoneses–, donde se les dice a los niños que los cazadores son malos y los ciervos buenos”. Tampoco se salvan los medios de comunicación, a los que el cazador acusa también de “intoxicación informativa generalizada contra esta actividad”.
“Los valores de la caza”
Según el exmilitar, “se pierde la afición a la caza entre los más jóvenes por un desconocimiento absoluto y por normas cada vez más restrictivas, por ejemplo las relativas al permiso de armas para menores, que prácticamente impiden el relevo generacional”.
No es ésta la única queja. La mayoría de las federaciones de caza, muchas en buena sintonía con los gobiernos regionales, coinciden con los cazadores de Castilla y León y se quejan de la caída de licencias de caza. Según datos del Ministerio de Agricultura, el número de licencias de caza en 1990 ascendía 1.443.514, cifra que ha descendido hasta menos de 800.000 licencias este año.
Esta actividad mueve cada año más de 2.230 millones de euros en el Estado español, según un estudio de la Real Federación de Caza, aunque otros informes elevan la cifra a 3.580 millones de euros. Castilla y León es la tercera comunidad en número de licencias, pero aun así el número de cazadores disminuye. El acuerdo con la polémica exconsejera de Medio Ambiente, dice que se “pretende trasladar a la sociedad los valores del aprovechamiento cinegético” y conseguir que “no se pierda la afición por la caza”,

El portavoz de los cazadores dice que se da “una cultura de Bambi” y que hay que rescatar el valor de la caza

según ratifican las dos partes. De momento, la federación de cazadores ha realizado un vídeo sobre la caza que pretende exhibir en los colegios. Además, han anunciado que se van a dirigir a las AMPAS de la región para explicar a las madres y padres los beneficios de ser “Cazador por un Día”.
Armas en manos de menores
La campaña contempla clases teóricas en los colegios y también “jornadas prácticas”. Esto implica el contacto con las armas, según han denunciado ya varios grupos ecologistas. La legislación que regula el uso de armas a nivel estatal entra en contradicción legal con los planes de la Junta. El Real Decreto 137/1993 de 29 de enero especifica que los menores podrán usar, “con Autorización Especial para Menores (AEM)”, que expide la Guardia Civil, escopetas de caza una vez cumplidos los 14 años “acompañados de un mayor de edad”. La norma permite además que los menores, a partir de 16 años, puedan usar rifles de caza, bajo supervisión de un mayor de edad. En la actualidad, más de 13.000 menores, entre 14 y 18 años, cuentan con licencia de armas, según datos de la federación de caza.
Rebajar la edad para cazar
Pero no sólo la Junta de Castilla y León pretende fomentar este negocio entre los menores. La nueva Lei de Caza de Galicia que prepara la Xunta rebajará de los 16 a los 14 años la edad mínima legal para conseguir una licencia de rifle. La Xunta justifica la medida porque dice “es necesario asegurar un relevo generacional” en esta práctica.
Una plataforma de 30 organizaciones sociales, culturales y ecologistas de Galicia denominada: “Matar por Matar Non” denuncia que estas medidas suponen “el retorno a la caverna” y la contradicción frente a la defensa de una educación no bélica y de respeto con el entorno.
Por su parte, Ecologistas en Acción de Castilla y León lamenta que medidas similares se adopten en su comunidad. En un comunicado, esta organización explica que esas clases para escolares contribuyen a “educar a los escolares a matar por diversión”. Los ecologistas cuestionan también el carácter ambiental y educativo del que la Junta reviste este apoyo económico a los cazadores.

La Lei de Caza de Galicia que prepara la Xunta rebajará de los 16 a 14 años la edad mínima para las licencias de rifle

Además, recuerdan que la Junta de Castilla y León ha eliminado recientemente las subvenciones de más de 250 actividades de educación ambiental gestionadas a través de convenios firmados con asociaciones culturales, colectivos de ciudadanos y Ayuntamientos de la región. También ha despedido a la mayoría de técnicos de medioambiente contratados para estas actividades. Ecologistas en Acción pide a las AMPAS de los centros escolares “que se nieguen a que sus hijos reciban una educación bélica”.
María José Esteso Poves
 
 
http://www.portaloaca.com/articulos/mundo-natural/5202-clases-de-caza-en-colegios-publicos-para-ninas-y-ninos.html#.T6FUzGl6Q9h.facebook

miércoles, 7 de marzo de 2012

El arte de la extinción


El arte de la extinción

Una exposición en Londres muestra las obras de 200 artistas que se han inspirado en 132 especies de aves desaparecidas

CONXA RODRÍGUEZ LONDRES 20/11/2011 08:00 Actualizado: 21/11/2011 12:48
El ilustrador Ralph Steadman sostiene un lienzo con la especie Guadalupe Caracara. Ceri Levy
El ilustrador Ralph Steadman sostiene un lienzo con la especie Guadalupe Caracara. Ceri LevyCONXA RODRÍGUEZ

Guadalupe Caracara vivía feliz, rodeada de vegetación, en una isla de México. Su mejor época fue hacia el año 1876. A partir de ese momento los criadores de cabras llegados a la isla la persiguieron, cazaron y envenenaron hasta que acabaron con ella hacia el año 1900. Hoy es una de las 132 especies de pájaros extintos en casi dos siglos que sirven de base o referencia a la exposición Ghosts of gone birds (Espíritus de pájaros desaparecidos), que se presenta en la Rochelle School del norte de Londres del 2 al 23 de noviembre. La Caracara habitaba la isla de Guadalupe y es una de las pocas especies cuya extinción ha sido intencionada porque, a pesar de no ser un ave depredadora, a veces atacaba a los indefensos cabritillos recién nacidos. Hoy, otras 190 especies están al borde de la desaparición.

Los organizadores de esta exposición, destinada a ser un grito de protesta contra la extinción de especies, han invitado a 200 artistas a producir una obra de arte inspirada en alguno de los pájaros extintos registrados por BirdLife International, la mayor entidad conservacionista que opera de forma independiente a los gobiernos en el mundo. Con 116 asociados, BirdLife International está vinculada en España a SEO (Sociedad Española de Ornitología), cuya agenda incluye controlar algunos tipos de aves silvestres en peligro de extinción en la Península y las islas, como la pardela balear, una especie de pequeña gaviota.

A día de hoy, otras 190 especies están al borde de la desaparición en todo el mundo

Jim Lawrence, director de programas para la prevención de la extinción de pájaros de BirdLife International, asegura que la conservación de las aves migratorias tiene un ámbito global. "Eso exige que nuestro trabajo sea también de alcance global porque los pájaros pasan de un país a otro sin enseñar pasaporte; ellos no conocen fronteras", dice. Los programas contra la desaparición de aves silvestres que dirige Jim Lawrence serán los principales beneficiarios de esta muestra de arte en la que las casi 300 obras están a la venta a precios que van desde 50 a 45.000 euros.

BirdLife International compartirá con los artistas lo que genere la venta de las producciones. La popular novelista Margaret Atwood ha tejido un pájaro con una madeja de lana expresamente para Ghosts of gone birds. Además de artistas como el ilustrador Sir Peter Blake o Ralph Steadman, músicos y escritores participan también en esta iniciativa artística a favor de la conservación de la vida ornitológica. A Ralph Steadman le ha gustado tanto la idea que en lugar de hacer una obra ha dado vida sobre papel a casi un centenar de pájaros, incluida Guadalupe Caracara y otros irreverentes como los que defecan encima de inocentes peatones.
Desaparición en diez años

En España corre peligro la pardela balear, una pequeña ave similar a la gaviota

"Los últimos 30 años han sido especialmente perjudiciales para la vida de los pájaros, dado que han desaparecido 21 especies", explica Lawrence.Es un dato muy superior a la media, que debería ser una especie perdida cada siglo. Si a eso se añade que 190 especies están en grave peligro de extinción, no corren buenos tiempos para los pájaros. Si no se actúa de forma inmediata, alerta BirdLife International, en diez años estos 190 tipos de aves podrían haber desaparecido.

Una de estas familias en peligro es la del albatros. Cada cinco minutos muere uno de ellos, una velocidad superior a la de su crianza. De las 22 especies que se conocen de albatros, 18 están mermando. Entre las muchas causas de la desaparición de aves, la intervención del hombre es la primera al destruir el medio ambiente en el que viven.

La exposición Ghosts of gone birds es una excelente prueba de que la creatividad artística no conoce límites. Plumas que se convierten en coloreados espejos distorsionadores, delicados móviles que se levantan al vuelo al estilo de Alexander Calder, viñetas humorísticas, esculturas e instalaciones de metal, madera, textil o cualquier material imaginable. También hay pájaros cuyo cuerpo llega al límite como Alberto Giacometti tensaba la figura humana, cajas transparentes en las que viven indicios de pájaros, un audífono recubierto de plumajes y conectado a un minúsculo iPod en el que se oyen los sonidos de las aves, plumas de pájaro para escribir, pantallas de negativos de rayos X con el esqueleto de un ave y, por supuesto, lienzos, tablas o papel sobre el que han pintando o incrustado alguna figura acerca de los animales muertos para siempre. Una sorpresa detrás de otra cuelga en las paredes de una escuela victoriana en el norte de Londres.

Cada cinco minutos muere un albatro, una velocidad superior a la de su crianza

La parte artística de la exposición la dirige el cineasta Ceri Levy, quien cuenta que toda la belleza creada en esta muestra "debe servir para que no perdamos más pájaros". El artista explica que uno de los lugares en los que van a actuar los responsables de la exposición "con el dinero que saquemos de aquí" es la isla de Malta, porque allí hay muchas especies en peligro de extinción. "El problema son los cazadores que las matan para divertirse, no son aves para comer y no molestan a nadie; yo lo he visto con mis propios ojos", concluye el cineasta, que califica de "escándalo" la situación de estas aves, como la de tantas otras.
© Diario Público.



http://www.publico.es/ciencias/407894/el-arte-de-la-extincion/version-imprimible

sábado, 14 de enero de 2012

El niño que le quitó la sed a medio millón de africanos

Ryan nació en Canadá en mayo del 91, es decir que a día de hoy tiene 18 años De pequeño, en la escuela, cuando tenía tan solo seis añitos su maestra les habló de cómo vivían los niños en África.

Se conmovió profundamente al saber que algunos hasta mueren de sed, que no hay pozos de dónde sacar agua, pensar que a él le bastaba dar unos pasos para que el agua saliera del grifo durante horas…

Ryan preguntó cuánto costaría llevarles agua. La maestra lo pensó un poco y recordó una organización llamada WaterCan dedicada al tema y le dijo que un pequeño pozo podía costar unos 70 dólares.

Cuando llegó a su casa fue directo a su madre Susan y le dijo que necesitaba 70 dólares para comprar un pozo para los niños africanos. Su madre le dijo que debía ganárselos él mismo y le fue poniendo tareas en casa con las que Ryan se ganaba algunos dólares a la semana. Finalmente reunió los 70 dólares y pidió a su madre que lo acompañara a la sede de WaterCan para comprar su pozo para los niños de África. Cuando lo atendieron le dijeron que lo que costaba realmente la perforación de un pozo eran 2000 dólares. Susan le dejó claro que ella no podía darle 2000 dólares por más que limpiara cristales para toda la vida, pero Ryan no se rindió. Le prometió a aquel hombre que volvería… y lo hizo.

Contagiados por su entusiasmo, todos se pusieron a trabajar : sus hermanos, vecinos y amigos. Entre todo el vecindario lograron reunir 2000 dólares trabajando y haciendo mandados y Ryan volvió triunfal a WaterCan para pedir su pozo.

En enero del 99 se perforó un pozo en un pueblo al norte de Uganda. A partir de ahí empieza la leyenda. Ryan no ha parado de recaudar fondos y viajar por medio globo buscando apoyos.

Cuando el pozo de Angola estuvo hecho, el colegio comenzó un carteo con niños del colegio que estaba al lado del pozo, en África.

Así Ryan conoció a Akana; un chico que había escapado de las garras de los ejércitos de niños y que luchaba por estudiar cada día. Ryan se sintió cautivado por su nuevo amigo y pidió a sus padres ir a verle. Con un gran esfuerzo económico por su parte, los padres pagaron un viaje a Uganda y Ryan en el 2000 llegó al pueblo donde se había perforado su pozo. Cientos de niños de los alrededores coreaban su nombre formando un pasillo.
- ¿Saben mi nombre? -preguntó Ryan a su guía
- Todo el mundo a 100 kilómetros a la redonda lo sabe, le respondió.

A día de hoy Ryan –con 18 años- tiene su propia fundación y lleva logrados más de 400 pozos en África. Se encarga también de proporcionar educación y de enseñar a los nativos a cuidar de los pozos y del agua. Recoge donaciones de todo el mundo y estudia para ser ingeniero hidráulico. Ryan se ha empeñado en acabar con la sed en África.


http://reflexionesdiarias.wordpress.com/2010/07/29/el-nino-que-le-quito-la-sed-a-medio-millon-de-africanos/

CONCHA CABALLERO Saramago y los hombres malos

CONCHA CABALLERO
Saramago y los hombres malos

CONCHA CABALLERO 14/01/2012

Al final vas a llevar razón, José. Va a ser verdad que el ser humano es débil y desvalido; una materia oscura que recurre a la crueldad para afirmarse, un animal al que le cuesta aprender y que no conoce la palabra agradecimiento.

Ya sé que en tu pensamiento esa valoración tan pesimista del ser humano era, precisamente, la razón por la que valorabas en grado sumo la dignidad, el hecho de alzarse contra la injusticia y tomar la palabra para denunciarla. También por eso considerabas como el peor de los vicios el silencio del hombre corriente ante las tropelías y las mentiras.

Al leer la información elaborada con todo cuidado por el periodista Fernando Valverde sobre el final de la Fundación José Saramago de Castril, se me ha venido a la mente uno de los finales más tristes de nuestro cine: el del maestro de La lengua de las mariposas insultado por una multitud asustada entre la que destacaba el grito agudo de su alumno favorito.

La unión de José con el pueblo de Castril es una historia de amor. El deseo de emparentar con lo que tu amante ha vivido, formar parte de sus recuerdos, habitar la casa y el paisaje de esa familia grande y cálida de Pilar. Sin ella el maestro jamás hubiese conocido esta localidad, ni se hubiese volcado en colaborar con sus gentes, con su cultura ni con su proyección.

Nadie exige a los escritores que sean buenos, ni generosos, ni íntegros. Pero José Saramago lo era en grado sumo. Tampoco se puede exigir que el marido o la esposa de un premio Nobel sea un modelo de amor sin límites y de altruismo, pero Pilar lo es. Los que los conocimos, tenemos que controlar nuestra indignación para explicar cómo acudían gratis al sitio más modesto, a la cita más inoportuna, derrochando su escaso tiempo y cómo se saltaban diariamente la frágil muralla que sus amigos levantaban para protegerlos.

Sin embargo, un diputado provincial del PP ha denigrado, ridiculizado y sometido a escarnio público a José Saramago y a Pilar del Río, o al menos eso ha pretendido. En Castril, el pueblo al que dedicaron tantos desvelos, algunas malas personas insultan a los antiguos gestores de la fundación. Han borrado el legado del maestro y las actividades culturales de alto nivel y los encuentros internacionales han sido sustituidos por la actuación de El Koala. Lo más doloroso es que la mayoría del pueblo calla.

También guarda silencio la Universidad de Granada, que fue la que ofreció, por su propia decisión, un cóctel para celebrar la creación de la Cátedra José Saramago y no ningún convite de boda. Un silencio que se acumula a otros sobre Luis García Montero o sobre las tropelías culturales que se perpetran en la ciudad. Y me pregunto qué ocurre en Granada, en nuestra Granada; si acaso es verdad la leyenda de su entraña oscura, de la envidia acumulada, de su tendencia a la destrucción de los artistas y personajes que la habitan.
http://www.elpais.com/articulo/andalucia/Saramago/hombres/malos/elpepiespand/20120114elpand_5/Tes?print=1
Dicen que el diputado del PP ha buscado su minuto de gloria arrojando esta pedrada sobre la figura de José Saramago. Yo creo que no ha sido este su objetivo principal, que sus verdaderas intenciones superan una aparición fugaz en los medios de comunicación. Lo que siente este aprendiz de brujo es un impulso ancestral de derribar los mitos, las figuras grandes y generosas especialmente si pertenecen a la cultura de la izquierda social. Defienden una curiosa igualdad en la maldad y se sienten tremendamente irritados por los que aún estando arriba muestran un generoso compromiso con los de abajo. Por eso, desde tiempos inmemoriales, se han esforzado en desacreditar, eliminar o silenciar a todo intelectual o artista que mantuviese un discurso ético y un compromiso con los desfavorecidos. Se trata de derribar, uno por uno, los referentes intelectuales de la izquierda y encanallarnos a todos con su viscoso discurso. Llevas razón, José, a veces este mundo es pésimo.

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